sábado, 8 de octubre de 2011

Las ratas abandonan el barco

Tanguitas de lencería fina, eso es lo que algunos parecen vestir.

En la mañana del viernes, parece ser que se persono en la Jefatura un técnico de personal del Ayuntamiento, preguntando por los nombre y apellidos de los señores que están "fuera de juego".

¿Qué ocurrió a continuación?

Que los señores que como bien dice un comentario del blog, bravuconeaban día sí y día no, se les vio la lencería fina de la ropa interior, como se dice vulgarmente "se cagaron". 

Corrieron entonces las huestes persas en desbandada, desorganizadas, siendo un festín para nuestro Alcalde convertido en Alejandro Magno y para su fiel general Clito (Ordoñez), uno de sus generales más queridos.

Le suplicarón a Clito por sus vidas en el exterior de Jefatura, rendidos.

Qué tiempos aquellos, en que en las huestes se reunían, conspiraban y gritaban: "bajo ningún contexto, entreguéis un cuadrante" o "no enseñéis al gato a cazar, que se pondrá muy gordo".

Los gritos esa mañana, entre el pánico, eran otros: "los sindicatos no nos representan", "que se salve el que pueda" , "somos monjitas virginales" y "el SPPME esta politizado, es de Alejandro".

De todo esto, me quedo por poner un ejemplo, con la compañera expedientada, que posiblemente, vista lencería fina, pero ha demostrado más integridad, honestidad y "cojones", que los sátrapas. Ahí me quedo yo y que vengan los griegos a prenderme de cadenas.

Con ella y con la mayoría del colectivo.

Venciste Alejandro, enhorabuena.

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